Un jardín en el futuro

Pedro Barroso
El texto del libro trata de ensalzar el valor de la mente convertida en la herramienta que define a través del cerebro las acciones que ejecuta el cuerpo. Para ello se ayuda del mismo en parte, si bien consciente de cuál es su misión.
Al inicio del texto, en colaboración perfecta con su cuerpo, la mente abandona la realidad que la rodea para situarse en otro lugar que ha localizado muy lejos de donde se encuentra su cuerpo. Ese lugar parece ser un planeta similar a la Tierra, pero situado a muchos años luz de distancia. No obstante, las condiciones de vida que se dan en ese lugar son equivalentes a las que dispone el planeta Tierra.
La mente informa al cuerpo de lo que le está sucediendo en su viaje hacia lo desconocido, donde encuentra esas situaciones que son similares o iguales en lo que ha captado a las que se desarrollan en el planeta Tierra. Incluso llega a dudar de que sean verídicas, al comprobar su similitud cuando está observando su desarrollo a años luz del planeta terrestre.
A la vista de esa inesperada observación, de común acuerdo entre mente y cuerpo, deciden que ese planeta deberá ser llamado Réplica.
La mente terrestre sigue avanzando y contacta con otra mente del planeta Réplica. Es cuando comienza la exploración del nuevo planeta. Ambas mentes se comunican con fluidez y se alegran de haberse encontrado.
La mente del planeta Réplica informa a la mente terrestre de que los supuestos que ha realizado en relación con las similares características de ambos planetas son correctos. Incluso le parece acertado el nombre asignado, puesto que la similitud entre ambos es casi completa.