Los Polvos del Lodazal

Francisco Blanco Prieto
De los polvos anteriores a la pandemia viene mucho del lodo donde estamos enfangados, luchando por sobrevivir para evitar ser engullidos en la arena movediza que amenaza inmisericorde a los desprotegidos sociales. Esta es la razón por la que se analiza en el libro el pasado cercano, poniendo en evidencia los desaciertos cometidos por unos y otros, para evitar repetirlos en el futuro.
Consta el libro de tres partes diferenciadas a las que se suman una introducción inicial y un epílogo esperanzado como cierre, aunque la transversalidad de los temas sea evidente porque todos ellos están unidos por el mismo hilo conductor de análisis y consecuencias de los hechos, con mirada al porvenir.
La pandemia y sus consecuencias son los ejes directores de la primera parte, estando la segunda dedicada a la política y los regidores que han llevado el timón del país durante las últimas décadas, como gestores públicos responsables de la devaluación del sistema democrático, analizando los vicios inoculados en la sociedad, con referencias concretas a la corrupción, el despilfarro, el fraude, las elecciones y el mentidero institucional, cerrando el texto en su tercera parte con unas reflexiones íntimas y personales sobre la vejez, para concluir alentando la esperanza que nos permita alcanzar juntos el justo destino que espera a la generación venidera..
Deja claro el libro que en España hay más políticos que politiqueros, más empresarios honrados que corruptos; más gestores públicos competentes que incapaces; más parlamentarios responsables que insolventes; más jueces honestos que prevaricadores; más sanitarios entregados que indolentes; más profesores cumplidores que infractores; más profesionales competentes que negligentes, más ciudadanos trabajadores que gandules; más pacifistas que violentos; más funcionarios públicos competentes que ineptos; y más democracia que totalitarismo. Pero los politiqueros, corruptos, incapaces, insolventes, prevaricadores, indolentes; infractores, negligentes, gandules, ineptos y violentos, son más notorios, significativos y con gran capacidad para eclipsar a la mayoría absoluta de ciudadanos que caminan en sentido contrario a ellos. Es decir, las críticas contenidas en el libro se dirigen a esa perniciosa minoría con la esperanza de que algún día desaparezcan de la escena pública y profesional, para conseguir que la democracia implante íntegramente sus principios en el país.
Cerramos esta presentación recordando que el libro es un ejercicio de libertad personal, escrito en la estación término -donde todos estamos desde el nacimiento-, con independencia ideológica, pensamiento libre y actitud sincera, sabiendo que hacer público lo que se vocea en los mentideros tiene muchas veces como recompensa lo que no merece el denunciante.