Guía espiritual

En la Italia del siglo XVII, Miguel de Molinos, un sacerdote aragonés, se erige como figura central de un movimiento espiritual que desafiaría los cimientos de la Iglesia Católica con su propuesta del quietismo, una doctrina que aboga por la pasividad del alma en su unión con Dios. A través de su obra “Guía Espiritual,” Molinos propone un camino de recogimiento interior, donde la meditación y la renuncia a las distracciones terrenales conducen a una profunda experiencia mística. Sin embargo, esta enseñanza, que encuentra eco en un creciente número de seguidores, lo enfrenta a la férrea oposición de la Inquisición. Acusado de herejía, Molinos es sometido a un juicio que culmina en su encarcelamiento, marcando el declive de su influencia pero no el fin de su legado. La historia de Molinos es un testimonio de la búsqueda humana de lo divino, una lucha entre la fe y el poder, donde la espiritualidad personal desafía las estructuras establecidas, dejando una huella imborrable en la historia de la mística cristiana.