Todo gran escritor se enfrenta a un miedo inicial: ¿Cómo debo comenzar mi novela? Fue Mario Vargas Llosa el que dijo en una ocasión “¡Qué importante es la primera frase de una novela!”. Muchas han sido las primeras líneas que dan presencia y reconocimiento a determinadas obras que se han hecho famosas en la historia de la literatura. Son diferentes las formas de introducir una historia, pero todas ellas tienen algo en común: carisma, determinación, pasión, incertidumbre, miedo… sentimientos que embriagarán a los lectores que comiencen la lectura.

Hemos elegido algunos de los comienzos más sonados de la historia de la literatura para inspirarte.

El Túnel, de Sábato.

Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona.

A sangre fría, de Capote.

El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman "allá".

Fahrehneit 451, de Bradbury.

Constituía un placer especial ver las cosas consumidas, ver los objetos ennegrecidos y cambiados. Con la punta de bronce del soplete en sus puños, con aquella gigantesca serpiente escupiendo su petróleo venenoso sobre el mundo, la sangre le latía en la cabeza y sus manos eran las de un fantástico director tocando todas las sinfonías del fuego y de las llamas para destruir los guiñapos y ruinas de la Historia.

Si una noche de invierno un viajero, de Calvino.

Estás a punto de empezar a leer la nueva novela de Ítalo Calvino, Si una noche de invierno un viajero. Relájate. Recógete. Aleja de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto. La puerta es mejor cerrarla; al otro lado siempre está la televisión encendida. Dilo en seguida, a los demás: «¡No, no quiero ver la televisión!» Alza la voz, si no te oyen: «¡Estoy leyendo! ¡No quiero que me molesten!» Quizá no te han oído, con todo ese estruendo; dilo más fuerte, grita: «¡Estoy empezando a leer la nueva novela de Ítalo Calvino!» O no lo digas si no quieres; esperemos que te dejen en paz.

Los principios más destacados son aquellos que te presentan las claves necesarias para encontrar la llave que abra la puerta de una nueva historia, interesante, atrayente y con las que el lector pueda sentirse identificado. Por el contrario, existen otras muchas en las que los lectores optan por dejar el libro en el estante de “Ya lo leeré en otra ocasión” de una librería que se mantendrá en el olvido. Por ello, las diez primeras líneas son fundamentales para conseguir que esto no suceda. Hay que conseguir que el lector quiera seguir avanzando, que mantenga la atención en tu novela.

Para ello, hoy te resolvemos las siguientes preguntas: ¿Hay elementos que siempre debe contener un primer capítulo? Y si es así, ¿cuáles son? ¿Cómo escribir el primer capítulo de tu libro? ¿Cuáles son los principales pasos que tengo que dar?

PASOS PARA CONSTRUIR EL PRIMER CAPÍTULO DE TU NOVELA

DEFINIR LA ESTRUCTURA

Lo primero en lo que has de pensar es en la estructura del primer capítulo de tu novela. Aunque hay mil formas diferentes de comenzar, lo más recomendable es presentar un conflicto inicial o en conflicto con el que el protagonista tendrá que luchar a lo largo de toda la novela. Puedes mostrar, acompañando al conflicto, al personaje protagonista, situándolo por supuesto en un tiempo y espacio determinados.

Lo más recomendable, hablando en términos generales, es buscar el equilibrio preciso entre todos los componentes del esquema de tu capítulo (presentación de personajes, tiempo, descripciones, diálogos…). Bajo ningún concepto es recomendable dejar esta estructura a la improvisación.

¿POR QUÉ PARTE DE LA HISTORIA COMIENZAS?

Debes elegir en qué tiempo deseas comenzar a contar tu novela. ¿Eliges presente, pasado o futuro? Debe ser un momento de la trama narrativa lo suficiente llamativo como para atraer el lector y no permitir que este abandone la lectura del libro. No debes dar tampoco excesiva información, pues de esta forma conseguirás tener un primer capítulo impresionante seguido de un libro muy aburrido.

PLANTEA UNA SITUACIÓN QUE GENERE INTERÉS

Tal y como describíamos antes, es de vital importancia que el capítulo inicial de tu novela genere interés. Debes comenzar un pulso con el lector, un pulso que comenzará con una situación interesante por tu parte, después de la cual el seguirá expectante. Pero no te excedas, o la curiosidad desaparecerá si no das a tiempo la información adecuada. Es un pulso corto pero intenso. Todo dado en su justa medida.

Algunos conflictos deberán resolverse a corto plazo (es lo que realmente dará vida a la obra) mientras que habrá uno, dos o tres conflictos que se extenderán a largo plazo. Estos serán los puntos de interés de tu historia. Si estos conflictos se van resolviendo en su justa medida, el lector permanecerá satisfecho y seguirá teniendo el gusanillo de seguir leyendo. 

PRESENTAR AL PERSONAJE PROTAGONISTA

Otra de las formas que existen para enganchar a un lector desde el primer capítulo es presentando al personaje protagonista. Este debe ser carismático, tener una personalidad atrayente y/o presentar conflictos con los que el lector se sienta identificado.

Todo ello ayudará al lector a ubicarse en tiempo y espacio, al mismo tiempo que sentirá curiosidad por saber que le ocurre al personaje lo que acontecerá más adelante.

Tras estas claves básicas para ayudarte a comenzar con el capítulo de tu novela, también debes recordar que el inicio de tu novela debe recoger los trazos básicos de tu personalidad como autor. Es necesario que tenga tu toque personal, algo que lo diferencia del resto de novelas. Algo que lo haga tuyo y que nadie más lo haya hecho antes.

¡Esperamos haberte sido de ayuda!