Cómo usar los gerundios es algo que inquieta a muchos escritores, porque a veces puede resultar complicado. Si esta es tu situación, no recurras a suprimir todos los gerundios. Hay medidas intermedias antes de esta tan drástica. Es un elemento que puede ser complejo, pero también puede aportar un extra de calidad y ritmo a tu obra. Los gerundios imprimen acción.

Pero no todos los sujetos aceptan esta introducción de acción, hay que saber cuándo sí y cuándo no está permitido su uso. Explicar todos y cada uno de estos casos sería inabarcable en tiempo, espacio, y conocimiento. En nuestra lengua, hay muchas combinaciones posibles, y explicarlas todas es inviable. Por ello, presentamos algunos de los casos más frecuentes.

Gerundios que no debes usar

Podemos hablar de tres casos en el que sería un error el empleo de un gerundio . Solo llevaría a darle al texto un sentido que no tiene. Estos casos son el gerundio especificativo, de posteridad, o partitivo.

Comenzaremos explicando el gerundio de la posteridad , ya que de los tres casos. Pero su uso repetido no hace que el mar más válido. ¿Cómo es su propio nombre indica, se usa cuando se va a hablar de una acción futura? Por tanto, no podemos usar un gerundio, que marca el tiempo real de una acción, para referirnos a algo que aún no ha ocurrido. Un ejemplo de esto sería: 'Golpearon a Paula and cayó, quedando rendida en la acera'.

En segundo lugar, el gerundio partitivo . ¿Cómo saber si estamos ante un caso como este? Si puedes cambiarlo por lo que, el cual, tras lo cual , etc .; por un verbo, o por un punto y seguido; Estás en este caso. Usando una forma impersonal, y que además exprese una acción simultánea a la principal, no es la mejor opción. Algunos ejemplos presentados: 'Tenían diez vestidos, siendo todos muy caros'; 'nos encontramos con un antiguo alumno, siendo el último alumno que se graduó'; O 'era una mañana preciosa, habiendo un cielo despejado'.

Por último, el gerundio especificativo , que es aquel que se usa en el lugar de que + verbo. El error aquí se produce porque se personaliza entes que no pueden ser personalizados. Esto solo se puede salvar en el caso de verbos como hervir o arder ('la casa ardiendo', o 'el aceite hirviendo'). Similar a esto es el gerundio explicativo, con el que se puede confundir en ocasiones. Este último es aquel que expresa una causa y consecuencia. A continuación, mostramos un ejemplo especificativo, y uno explicativo, respectivamente: 'tu hija, estás de muy mal ver, salió corriendo'; y 'Jesús, entendiendo lo ocurrido, contuvo el llanto'.

Cuándo quitar los gerundios

En resumen , los gerundios son un recurso que puede aportar calidad a tu obra , siempre y cuando estemos bien empleados. En caso de no usarlos, no se suprimen: investiga. No saber qué hacer es el pretexto perfecto para investigar y aprender por cuenta propia. Una vez que hayas investigado, podrás dilucidar si conviene o no usar los gerundios.