Si eres un escritor novel, lo más seguro es que busques inspiración en tus autores y textos de referencia. Pero cuidado, los profesionales también cometen errores. Conocerlos, para poder no caer en ellos es tu cometido. Aunque tengas referentes, no olvides ser fiel a tu estilo, y sobre todo: ser original.
Los errores más frecuentes
Los errores más frecuentes, y los que no se pueden resumir en:
- Deshumanización . Transformar a todo ser humano presente en los hechos en meros entes, en palabras, y los sujetos inertes, hará que los lectores se distancien del texto, y lo abandonen.
- Oraciones demasiado extensas . Cuida los signos de puntuación, si existen es porque son importantes. La mayoría de las veces se perderá el principio.
- Hablar en parejas. Uso frecuente de adjetivos, sustantivos, verbos, siempre en parejas. Esto provoca que la lectura sea pesada, pero a menudo no hay datos de interés ni imprescindibles, sino repetitivos. Esto se puede ver más claro con un ejemplo. Escribir en parejas sería: en mi empresa llena de entregados y polivalentes trabajadores, es importante revisar y modificar a menudo las rutinas de trabajo y los turnos, para poder establecer y marcar los horarios que se adapten a ellos y los resultados resulten atractivos para el público.
- Repetición de ideas. Una misma idea al inicio y al final, pero expresada desde un punto de vista diferente. Evitar este error no debe confundirse con la elaboración de una conclusión, que sí es importante. Con la repetición nos referimos a una misma oración en la que una idea es redundante.
- Exceso de abstracciones. Sobrecargar el texto de ideas vacías lo convierte en una lluvia de conceptos, sin referencias visuales, ni significados. Impide que el lector se identifique o extraiga conclusiones.
En resumen, intenta hacer un texto cercano, humano, y concreto. Céntrate en expresar bien las ideas, cargadas de significado y sin ser repetitivas.