La historia no es lineal. Tiene avances y retrocesos, aceleraciones y estancamientos, pero en definitiva, tiene una dirección. Existe un vector en la historia que apunta hacia un destino. Este vector va del campo de lo simple al campo de lo complejo, del campo de la mecánica al campo de lo consciente, del campo de la determinación al campo de la libertad, del campo de lo dado, al campo de las posibilidades abiertas, del campo de la brutalidad al de la sensibilidad, del campo de la violencia al campo de la no-violencia, del campo de la utilización del otro al del afecto y conexión con los demás, del campo de la frialdad al campo del amor.
Juan Espinosa (Guadalajara, España, 1962) activista social desde 1982 en el Movimiento Humanista participando, entre otros organismos, en el Centro de Estudios Humanistas y en el Centro de las Culturas.
En el año 2001 su vida da un giro hacia la experiencia espiritual. Al poco tiempo abraza el Mensaje de Silo e inicia los estudios de la experiencia espiritual y la mística en las diferentes culturas y momentos de la historia. Fruto de ese estudio fue su primer libro, El Corazón de la Mística (Ediciones León Alado, Madrid, octubre 2015), en donde recorre y reinterpreta algunos de los grandes místicos de la historia universal desde una nueva mirada espiritual.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.