Un ligero movimiento de su cuerpo captó toda mi atención. Se volvió, lento y preciso, como un gato que ronronea tranquilo en un dulce sueño. Se quedó boca arriba. Sus rasgos se dibujaron con mayor claridad bajo la luz rojiza. Serio, tranquilo, sorprendentemente atractivo.
Tal vez hice algún ruido. Sus ojos se abrieron de pronto y se quedaron fijos en los míos. No me moví.
Una expresión confusa inundó su mirada. Le costó unos segundos comprender que yo estaba ahí, unos instantes entre el sueño y la vigilia en el que su cerebro trataba de asegurarse de que era real. Y lo era.
Sentí la Furia rugir. Mis ojos debían de ser absolutamente negros, sin un ápice de humanidad en ellos. Como un furioso demonio que espera a su presa. Percibí miedo en su rostro.
Se incorporó despacio. Me estudiaba en silencio. T [Ver más...]
Virginia Crespo nació en Bilbao, pasó su infancia entre libros y cuentos buscando siempre una historia que mereciera la pena contar. Participó en varios concursos tanto de relato corto como de poesía, pero con Premonición, su primera novela, encontró por fin esa historia que puso en marcha la fuerza necesaria para escribir. Afincada en Cartagena desde hace años es madre de familia numerosa y comparte su tiempo entre la familia y el trabajo. Es profesora de primaria y colabora con la Universidad de Cartagena impartiendo clases de literatura. Se reconoce una apasionada de la lectura, en los libros encuentra mundos maravillosos y vive cientos de vidas. Quisiera contagiar esta pasión a los más jóvenes por eso se confiesa fan de la Saga Crepúsculo, ya que ha visto como estas novelas han enganchado en la lectura a cientos de jóvenes, entre ellos a su hija. Ahora emprende una nueva aventura con la continuación de la Saga Premonición. De nuevo esta novela pretende ser un libro apto para todos los públicos dónde lectores nuevos y lectores consumados (pero de espíritu joven) encuentren un mundo de fantasía y amor que les impulse a seguir leyendo.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.