Siglo XVI, Felipe II, el prudente, gobierna en una España cuyos dominios aumentan cada día, pero que a la vez es acosada por numerosos enemigos, dentro y fuera de sus fronteras, dando lugar a la ley del más fuerte, y los españoles: hombres rudos, valientes, con un honor y honra fuera de lo común tuvieron que dar un paso hacia adelante, ayudando a su rey, no solo a mantener, sino a aumentar sus territorios.
Esta novela no va de estos intrépidos y heroicos españoles, sino del resto, donde la incertidumbre en sus vidas era el pan de cada día, no sólo intentando sobrevivir y no morir de hambre, también en no caer en la esclavitud, debido a las incursiones cada vez más habituales de los corsarios berberiscos. Y que durante sus vidas compartieron; días, meses o años, con los grandes personajes de la historia de España.
Retomo la historia, esta vez, en una novela ambientada en la Cartagena del siglo XVI, en plena expansión, donde conoceremos, no sólo la ciudad, sino el lago salado del mar menor, las haciendas del campo de Cartagena, el monasterio de San Ginés de la Jara, junto con todos los hechos históricos que se produjeron durante ese siglo en la ciudad.
Compañerismo, amistad, amor, envidia, ambición, humor, misterio, asesinato, tristeza, combinados con las aventuras de nuestro protagonista, y las batallas navales, han dado como resultado: ¡Al arma!