La elección de la perspectiva narrativa es una de las decisiones más críticas que enfrenta un escritor al embarcarse en una novela. En esta entrada, analizaremos las ventajas y desventajas de escribir en primera y tercera persona, ofreciendo ejemplos de cada una.
Primera Persona: Ventajas
- Inmediatez y Conexión Emocional: La primera persona crea una conexión íntima con el lector, como en “El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger.
- Voz Distintiva: La narración en primera persona permite una voz única y memorable, como en “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee.
- Visión Limitada: La perspectiva limitada añade misterio y suspense, como en “La chica del tren” de Paula Hawkins.
- Credibilidad: La primera persona puede aumentar la autenticidad, especialmente en memorias o novelas autobiográficas, como “Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado” de Maya Angelou.
Primera Persona: Desventajas
- Limitaciones de Perspectiva: La perspectiva única puede limitar la trama, como en “La carretera” de Cormac McCarthy.
- Riesgo de Narcisismo: Puede parecer demasiado centrado en un solo personaje, lo que algunos lectores pueden encontrar agotador.
- Voz Difícil de Mantener: Mantener una voz única puede ser un desafío, como en “Lolita” de Nabokov.
- Falta de Variedad: La falta de otras perspectivas puede hacer que la narración sea monótona, como algunos críticos argumentaron con “A propósito de Bird” de Nell Zink.
Tercera Persona: Ventajas
- Perspectiva Amplia: Permite múltiples puntos de vista, como en “Juego de Tronos” de George R.R. Martin.
- Más Objetivo: Puede ser más neutral y objetivo, como en “Orgullo y Prejuicio” de Jane Austen.
- Flexibilidad en la Trama: La tercera persona permite una narración más compleja, como en “Los hermanos Karamazov” de Dostoievski.
- Menos Riesgo de Sesgo: La tercera persona minimiza el riesgo de sesgo, como en “1984” de George Orwell.
Tercera Persona: Desventajas
- Distancia Emocional: Puede carecer de la inmediatez emocional de la primera persona, como en algunos puntos de “Moby Dick” de Herman Melville.
- Complejidad en Manejar Múltiples Puntos de Vista: Puede ser difícil balancear, como en “La trama nupcial” de Jeffrey Eugenides.
- Riesgo de Confusión: Puede haber confusión si no se maneja cuidadosamente, como en “Ulises” de James Joyce.
- Dificultad en Crear Voz Única: Puede ser desafiante crear una voz única para cada personaje, como en “Middlemarch” de George Eliot.
Alternar entre Primera y Tercera Persona
- Variedad y Profundidad: Alterna entre perspectivas, como en “Las correcciones” de Jonathan Franzen.
- Enriquece la Trama: Permite una narración más rica, como en “Cloud Atlas” de David Mitchell.
- Complejidad y Riesgo: Puede ser complicado y arriesgado, como en “Si decido quedarme” de Gayle Forman.
- Requiere Habilidad: Manejar bien esta técnica requiere mucha habilidad, como demuestra “El cuento de la criada” de Margaret Atwood.
Elección de la Perspectiva y Género
- Género y Estilo: Algunos géneros se prestan a ciertas perspectivas, como el thriller en primera persona en “Gone Girl” de Gillian Flynn.
- Consideraciones de Trama: La trama puede dictar la elección, como en las complejas tramas de ciencia ficción en tercera persona de Isaac Asimov.
- Expectativas del Lector: Las expectativas del lector pueden influir, como en la fantasía, donde la tercera persona es común, como en “El Señor de los Anillos” de Tolkien.
- Influencia de Autores Previos: La elección puede ser influenciada por autores en ese género, como la narración en tercera persona en las novelas policíacas de Agatha Christie.
Conclusiones y Recomendaciones
- No hay Respuesta Correcta: La elección entre primera y tercera persona depende de la historia, el estilo y las preferencias del autor.
- Practicar Ambas: Experimentar con ambas puede ser beneficioso.
- Considerar el Género y la Audiencia: La elección puede depender del género y del público objetivo.
- Estudiar Ejemplos: Leer y estudiar libros que utilizan ambas perspectivas, como los mencionados anteriormente, puede ser muy útil.