María Cecilia Teixeira Pires
Nuestra Ngari nació María Cecilia, en Brasil, en el seno de una familia humilde, pero de principios elevados. Muy temprano, empezó a trillar el camino enmarcado por su alma gemela, el Maestro Kuthumi, que como no podría dejar de ser, siempre ha estado a su lado. Juntos, han realizado pequeños y grandes milagros, en el más absoluto anonimato. Sin alarde, pero con ahínco, han ido construyendo caminos, despejando los pocos ya existentes, y despertando consciencias alrededor del mundo.
Muy incomprendida, empezó a canalizar cuando los temas relativos a la espiritualidad no eran siquiera mencionados, o compartidos, en ninguno de los grupos sociales que solía frecuentar. Su familia, sus amistades, sus parientes, todos ignoraban esa faceta tan importante de esa amada. La acusaban de vivir fuera de la realidad, cuando ella ya tenía plena consciencia de ser responsable por la creación de su propia realidad.
Ha afrontado durísimas pruebas durante toda su existencia. Pero siempre ha sido capaz de mantener la sonrisa, y aún con el corazón partido, ayudar a todos a su alrededor. Callaba para no herir. Era amable para no ofender. Sobre todo, su mayor mérito ha sido mantener siempre encendida, la llama del amor en su generoso corazón.
Muy temprano, aún en Brasil, empezó a dar clases de Canalización, de apertura del Cuerpo de Luz, teniendo como guías, los Maestros Atlantes Orin y DaBen. Ha trabajado duro, como servidora de la Luz incansable, por lo menos durante los últimos cuarenta años, al lado de muchos Maestros Ascendidos, como ese que os habla. Es periodista y ha tenido mucho éxito como tal. Tuvo que abrir mano también del trabajo que tanto amaba, para venir a vivir a España. Tiene sus propios libros (no canalizados, como este), que nunca ha tenido tiempo de publicar. Es muy amada por todos los que han tenido el placer de convivir con ella. Por eso le dedico esas simples palabras, con mi profundo agradecimiento y respeto. Yo Soy Adamus Saint Germain.