"¿Segundas Oportunidades?" reúne numerosos ingredientes para agradar al lector; un concurso de televisión, un deporte de raqueta, un escritor negro o fantasma, unos chavales en riesgo de exclusión, amores adultos, una novela que pide a gritos ser publicada…
Claudia, la protagonista y narradora, es una mujer divorciada con problemas económicos que decide presentarse a un concurso de televisión para solucionar estos problemas. Al participar en dicho concurso, Claudia pone su destino en movimiento y tiene la generosidad de compartirlo con el lector con una redacción fresca, sencilla y sobre todo llena de humanidad. Los personajes intentan romper sus situaciones estancadas y disfrutar de nuevas oportunidades, algo muy sanador en estos tiempos convulsos que corren.
Les dejamos el texto referido a la novela:
Segundas oportunidades
Aprobar esas asignaturas pendientes es uno de los grandes acontecimientos de nuestra particular vida de mortales insatisfechos. Encontrar un amor reconstruido a pedazos, perdonar de verdad, ser capaces de volver a iniciar una relación filial, hallar ese paraíso anhelado en sueños tras desenterrar fantasmas enquistados en nuestro yo más consciente_x0080_ En fin, elija cualquiera de esas materias para descubrir que ese monstruo imaginario que nos asustaba desde niños es menos feroz de lo que lo pintan. Ese miedo que nos ha paralizado a lo largo de la existencia es el que ha servido de excusa para no dar saltos adelante, permanecer quietos y justificar lo injustificable.
Una parálisis que han conocido alguno de los personajes que María José Bataller ha recogido en ¿Segundas oportunidades? (Punto Rojo Libros, Sevilla, 2018), una novela repleta de situaciones vitales en las que los protagonistas buscan romper las situaciones estancadas.
Mientras exista una brizna de esperanza hay posibilidad de atisbar un nuevo mundo repleto de oportunidades. Y todas son posibles porque están a nuestro alcance, junto a quien no se conforma con lo establecido, al lado del que se considera capaz de remover las entrañas de misericordia de cualquiera por el que corra sangre en sus venas. Y no hay que llegar tan lejos. Las segundas oportunidades son posibles en la medida en que no se cierran las puertas mentales a reconocer lo etéreo del ser humano, que las verdades eternas sólo son una quimera y que tenemos derecho a descubrir aquello que ha permanecido oculto o alejado durante tanto tiempo.
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2018/03/24/segundas-oportunidades/908183.html