30 años de oscuridad

Jorge Laplace
Para Manuel Cortés, socialista convencido, la Guerra Civil supuso el final de su empeño por cambiar la situación de abandono de su localidad, Mijas, desde su condición de alcalde. A su regreso del frente, en 1939, cuando el bando _x0093_nacional_x0094_ había logrado la victoria, Manuel Cortés se encontró un pueblo dividido en el que las represalias contra los partidarios de la República acababan en el paredón. Manuel Cortés, empujado por su mujer, Juliana, y su familia, tuvo que esconderse como tantos otros en un boquete abierto en la pared, tras un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús. Pero poco podían imaginar él y su familia que este escondite se convertiría en su único hogar durante 30 años. Durante casi toda una vida, Manuel asistió desde el ojo de una cerradura a la transformación de todo un país, pero también a los momentos más decisivos de la vida de su familia: los interrogatorios a los que fue sometida Juliana, la boda de su hija, el fallecimiento de su nieto.