En el silencio de las piedras

Ildefonso Peña
Con este libro quiero rendir un homenaje a todos esos seres anónimos, que, con su generosidad, donan sus órganos, dan vida, sin pedir nada a cambio.
A la memoria de todos ellos he escrito estos poemas, pues sin un trasplante, el autor, no hubiera podido escribir este libro.
GRACIAS POR LA VIDA
Sentí que una fuerza me llenaba
de fe, de esperanza y de ternura,
de risa, en lugar de la amargura,
de luz, cuando en sombras caminaba.
Algo de ti a mi cuerpo alimentaba.
Me dejaste lo mejor de tu frescura.
Me salvaste cuando ya desesperaba.
Me guiaste por senderos de hermosura.
Mi corazón que late desbordante
siente la gratitud de aquel donante.
En este mundo donde reina el egoísmo.
Y un día, cuando entregue mis pecados,
rezaré por los seres bien amados
que pudieron salvarme de mí mismo.