Ver con los ojos del alma

Ymor Martín
Estrella no imaginaba que aquella mañana cuando salió a pasear por la playa iba a vivir tantas experiencias que cambiarían su vida. Algo inesperado ocurrió. Era algo sobrenatural, fuera del alcance de lo que pudiera percibir un ser humano. Cuando aquel pájaro azul la llevó volando por los aires, intuyó que era el comienzo de las grandes maravillas que iba a vivir. Esta experiencia le serviría para descubrir que era un ser de Luz, un ser espiritual experimentado aquí en la Tierra, un ser que contactaría con los grandes Maestros de la Jerarquía Blanca, y visitaría la ciudad de E.R.S.

Le permitió entrar en otra dimensión, poder visitar lugares distintos, revivir una vida pasada. Pudo descubrir que había más vida arriba que abajo. Aprendió a reconocer los mensajes que los ángeles nos dan cuando les pedimos ayuda.

Estrella viviría una segunda experiencia, quizá más excitante, si cabe, que la marcaría en todos los sentidos.

Una mañana mientras se bañaba en el mar, dos delfines aparecieron y jugando con ella, la adentraron en la profundidad del océano, bajando hasta una gruta donde descubrió algo que la dejó sin respiración y totalmente turbada: había una base extraterrestre.

El contacto que tendría con los extraterrestres y los seres que conocería, hicieron que Estrella viviera emociones que harían cambiar su Fe y sus creencias. Fue una vivencia inquietante, increíble, impactante… Pudo hablar con ellos, viajar en sus naves, visitar las Pléyades, recibir respuestas a las preguntas que siempre habían rondado en su mente, ¿Quién soy?, ¿De dónde vengo?, ¿Por qué estoy aquí y ahora en el Planeta Tierra?, ¿Existe otra vida después de la muerte? ¿Dónde va el alma cuando abandona el cuerpo?

Estrella les haría estas preguntas y recibiría, sorprendentemente, las respuestas.