La estatua de una estrella
Marín Dumitrescu
Teniendo en cuenta que no nos podemos mover a la derecha e izquierda, arriba y abajo, adelante y atrás simultáneamente, he partido el espacio en ocho redes espaciales. En cada una de ella se manifiestan leyes universales idénticas y da la casualidad que nosotros vivimos en una de estas redes. Es posible la demostración física y matemática de esta realidad que yo he desarrollado en un poemario que tiene sus raíces en mi corazón.