Memorias de un viejo roble

Santiago Caballeros Rejas
Quercus, nuestro protagonista, un roble que al igual que los humanos y animales nace, crece, se reproduce y con el tiempo morirá. Cuenta sus experiencias con humanos y animales, con los que entabla amistad. A través de Scofra, Ciervus, Capreolus y otros animales, descubre como es la vida en el bosque. De los humanos, sus sentimientos. Sufre cuando en una cacería es abatido su amigo Capreolus y se llena de alegría cuando puede prestarles ayuda. Siente la inmovilidad a la que la naturaleza le ha condenado; pero comprende sus ventajas al no tener cada día, al igual que humanos y animales, que procurarse su alimento. Él lo recibe todos los días de la madre tierra. Al final cuando un gran incendio arrasa el bosque y está a punto de acabar con el poblado, los humanos se reúnen en torno a su viejo tronco y llegan a comprender que todos: humanos, animales y vegetales son necesarios y, que nadie es dueño de disponer de la vida y muerte de los otros. Aun cuando en el ciclo de vida y muerte alguien tiene que morir para que los demás puedan sobrevivir, eso no puede serlo de forma indiscriminada.