Aventuras y desventuras
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Diego Fernando Sánchez de Plaza
En los siglos XVI y XVII se produjeron muchas guerras, mayormente por culpa de las controversias religiosas. Lutero, Calvino, Wesly, Cox y otros, fueron los principales generadores de estos importantes enfrentamientos, unos por seguir y apoyar la religión de estos protestantes y otros porque se apoyaban en ellos para disimular su interés en otros asuntos. La codicia de países que no entraron en el reparto de las tierras encontradas en el Atlántico, de las cuales España se creyó con más derecho por ser su descubridora, por haber financiado la operación y ser el reino más decidido, además de las continuas inversiones efectuadas para seguir con los descubrimientos, buscando principalmente especias, aunque después además encontrásemos otras riquezas, tales como el oro y la plata y alimentos que desconocíamos, ya que los nativos ignoraban el valor que tenían en Europa. Todo esto, nos sirvió para obtener mucha riqueza.
Las riquezas que nos proporcionaron las provincias de Indias, nos ayudó a sobrellevar el gasto tan fabuloso que supuso el enfrentamiento con otras naciones europeas, Países Bajos, Inglaterra, Francia y otras, para defensa de nuestra fe católica, nuestras tierras heredadas y por las envidias que suscitaron nuestros descubrimientos. Por aquel entonces los hombres eran llamados a filas continuamente, volvían de nuevo a los enfrentamientos porque era prácticamente el único medio de vida que tenían, una gran porción de estos hombres vivían de estos enfrentamientos, algunos consiguieron honores y prebendas debido a su suerte y su comportamiento. Pero una gran mayoría quedaron en los campos de batalla para nunca más volver.
Las guerras eran tan seguidas que no había tiempo de reponerse. Los estudios, los trabajos continuados, la investigación y otros, quedaron rezagados, Los habitantes del país fueron en una gran proporción analfabetos.
ISBN | 9788415761297 |
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Páginas | 336 |
Tamaño | 150×210 |