Una vez, me comentaron que uno de los mejores remedios para sanar era escribir tus vivencias. Fue el mejor consejo que recibí, quiero que cada lector/a visualice cada fragmento de mi relato, empatice con todas las lagrimas que pude derramar recordando cómo estuve sometida a una dependencia emocional sin ser consciente, pero sobre todo llegar a la conclusión que a pesar de todo bache incluyendo una enfermedad mortal, no olvide que el quererse uno mismo es el pilar fundamental para superar todo aquello que nos atormenta. Sí se puede. Siempre se puede.