Meena Beth
La escritura se ha convertido en una forma de expresarme. Una necesidad desde que la enfermedad entro en mi vida para cambiarla y trastocarla por completo. Condicionando por descarte, mi futuro.
No os apenéis por mí. Soy fuerte, lo he sido, lo soy y lo seré siempre. Pero en mis momentos de debilidad, donde mi mente necesita un alivio. Mi refugio es la lectura. Me di cuenta que escribir era otro de mis hobbies, que a través de mis letras mi enfermedad queda relegada, al menos un breve espacio de tiempo, a un segundo plano. A través de mis letras, soy yo quien decido quien quiero ser. Mis personajes cobran vida y viven aventuras haciéndose fuertes frente a la adversidad. Al igual que tengo que hacer yo a diario.
Las emociones y los sentimientos forman una parte vital en mi vida. Creo que la vida hay que vivirla y sentirla al máximo. Dar importancia a los pequeños detalles porque a partir de ahí podemos construir otros mayores. Soñar es de valientes y yo, aquí me atrevo a soñar despierta creando mundos imaginarios para que tú, lector, puedas vivirlos a través de mis letras.
Hoy convertida en mujer adulta. En madre dispuesta a luchar por los intereses de su hija hasta que tenga voz y voto (que por su edad aún no dispone), e intentando que llegue a ser una persona que entienda que en la vida hay que defender cada cosa que realmente quieras. Con trabajo, con determinación y con ahínco al margen del resultado final, debes crecerte como persona dispuesta a darlo todo. Como pareja demostrarme a mí misma, que no soy diferente al resto. Pero no sé hacerlo siempre, no me sale de forma natural (mi enfermedad me dejó una discapacidad auditiva y una limitación de movilidad que delimitan mi vida más de lo que estaré dispuesta a aceptar jamás, por eso me revelo a diario para revertir la situación y juro que lo lograré o al menos no desistiré nunca).