Un niño grande nos escribe al oído, un hombre niño reconoce la infancia, se pregunta, nos asombra, nos revela el mundo a través de la mirada del niño o de la niña. Este es João, un narrador de experiencias que escribe con valentía, sin miedo a tocar lo profundo, la alegría, la oscuridad, el corazón, los deseos."(…) "João nos mira directamente a los ojos para descubrir que, tal vez, dentro de nuestras lágrimas, se encuentre un pez que se mueve.