Francisco Romero Maroto nació en Valdepeñas (Ciudad Real), en un mes de septiembre, cuando las uvas dan su corazón para el vino. Desde pequeño ya sentía el germen de la poesía, leía todo lo que caía en sus manos, futuras manos que llevarían la luz a muchas pupilas, ya que además de poeta, es un reconocido oftalmólogo. Muchas de sus obras han sido representadas y/o musicadas por actores e intérpretes prestigiosos (como Antonio Mejías o Antonio Carrión, permios nacionales de cante flamenco y guitarra), acuñando un estilo y voz poética propia inconfundibles. Deportista, viajero y amante de la naturaleza, Romero Maroto es un buscador infatigable de pasiones, un eterno enamorado de la vida y un insaciable peregrino del amor y la poesía.