Nací en Gijón en 1964. No recuerdo cuando comencé a emborronar papeles con ciertas palabras inconexas y mucho menos cuando dejé de romperlos, al menos, aquellos escritos, habrían servido para mejorar mis incipientes caligrafía y ortografía. Hoy sigo manchando papeles, buscando esa palabra que se niega a aparecer, probablemente lo más que he conseguido es arruinar mi antigua y trabajada caligrafía, sólo espero que las musas sigan obsequiándome con sus esporádicas visitas antes que la degradación caligráfica y ortografía mueran víctimas de la "fuente" y el "corrector automático".