Palabras extensas en espacios reducidos: error. Y como tal, ha de ser evitado. No reduzcas tus textos a monosílabos, ya que resultaría demasiado sencillo, simple, e infantil.
El léxico español es muy amplio y rico, por lo que hay una gran cantidad de términos y recursos entre los que elegir. Pero hay que elegir, ya que saturar un texto con términos carentes de sentido en ese contexto solo restaría calidad. Y cansaría al lector.
Palabras acabadas en –idad, -antes, -entes, – anza, etc. son muy empleadas en discursos políticos, o en textos con ideas vacías que han de impresionar de algún modo. Estas palabras tan extensas son utilizadas pues, para rellenar los huecos que dejan la ausencia de ideas. Son un lenguaje voluptuoso, ante el que encontramos alternativas. Es decir, lo que comentábamos unas líneas más arriba: palabras de relleno. No le hacen ningún bien a tu texto, y deberías esquivarlas.
La alternativa más adecuada es el uso de palabras ‘más comunes’, sencillas y breves. A diferencia de lo que se suele creer muchas veces, este recurso no hará que tu texto pierda calidad. Al contrario, ganará agilidad, y con ello, será más comprensible, lo que hará que el lector lo perciba más adecuado.
Resumiendo: menos sílabas, más comprensión.