El sentido de toda su obra es el sentido ético de la vida.
Nos lo transmite con imágenes nítidas, casi pictóricas, con las que nos muestra su universo, donde tiene un lugar muy relevante sus preocupaciones sociales.
Con una escritura desprovista de todo artificio, nos acerca a lo real y cotidiano a través de una mirada emocional y sentimental.
«En el mar de mis sueños navegan mil flores rojas escaneadas/ y llevan tatuadas con lágrimas de rocío palabras que vienen del horizonte/ y entre ellas veo dignidad decencia grandeza orgullo/ por ello quiero... volver al horizonte».
Autor de varios escritos y de libros tales como «Raíces que salieron a tierra», «Miradas convocadas», «Hablando entre paréntesis», «La diagonal del discurso» y, la presente obra, «Volver al horizonte».
Su profesión le exige ser conciso y práctico, adjetivos estos que quiere aplicar a su poesía.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.