Él respiró, tomó el aire despacio y permaneció unos segundos en silencio como si tratara de encontrar las palabras. -Desde niño he vivido con esto -me miró con una sonrisa cínica Premoniciones. Levantó la cabeza y se pasó la mano por el cuello, luego se quedó un segundo mirando las estrellas como si ellas pudieran darle alguna respuesta saber lo que va a pasar antes de que suceda -murmuró más para sí mismo que para mí, como si necesitara aclarar algo. Yo no podía imaginar lo que debe sentirse al estar obligado a ver todas las desgracias que van a suceder a los que te rodean. Quise acercarme a él, rozar sus labios y abrazarle, pero supe que me rechazaría. La luna brillaba majestuosa en el cielo y el tiempo parecía haberse detenido, estuvimos unos minutos en silencio, mirándonos, nuestras respiraciones parecían haberse pu [Ver más...]
Virginia Crespo nació en Bilbao, pasó su infancia entre libros y cuentos buscando siempre una historia que mereciera la pena contar. Participó en varios concursos tanto de relato corto como de poesía, pero con Premonición, su primera novela, encontró por fin esa historia que puso en marcha la fuerza necesaria para escribir. Afincada en Cartagena desde hace años es madre de familia numerosa y comparte su tiempo entre la familia y el trabajo. Es profesora de primaria y colabora con la Universidad de Cartagena impartiendo clases de literatura. Se reconoce una apasionada de la lectura, en los libros encuentra mundos maravillosos y vive cientos de vidas. Quisiera contagiar esta pasión a los más jóvenes por eso se confiesa fan de la Saga Crepúsculo, ya que ha visto como estas novelas han enganchado en la lectura a cientos de jóvenes, entre ellos a su hija. Ahora emprende una nueva aventura con la continuación de la Saga Premonición. De nuevo esta novela pretende ser un libro apto para todos los públicos dónde lectores nuevos y lectores consumados (pero de espíritu joven) encuentren un mundo de fantasía y amor que les impulse a seguir leyendo.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.