Textos cortos donde encontrarte, palabras encadenadas donde querer aferrarte, leer en cualquier parte, porque leerme, es encontrarte en casa.
Empecé a encontrarme entre las hojas donde escribo, no sabía muy bien que hacia, ni a donde iría, y encontrarme fue lo más bonito. Escribo mirando al cielo, viendo a la gente pasar, escuchando a los gatos maullar, paseando por la calle mientras veo a la gente hablar, recién levantada de la cama, recién salida de la ducha. Ojalá entre estas hojas os encontréis en casa.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.