Nos enorgullecen, a dÃa de hoy, los avances alcanzados tanto en el campo de la investigación y la tecnologÃa, como en el área de las ciencias humanas, sobre todo de la PsicologÃa.
Pero hay que ser conscientes y admitir que pocas de estas cotas esperanzadoras se hubieran hecho palpable realidad si no hubieran surgido protagonistas dotados de prodigiosas inteligencias, imaginación y espÃritu emprendedores e innovadores.
Uno de estos personajes, protagonista de este libro, fue Max Kotsmann que un luminoso dÃa decidió entregarse en cuerpo y alma al estudio y aplicación práctica de la PsicologÃa, aventurándose por caminos inciertos y aparentemente disparatados de la investigación e innovación de esta ciencia. Queda constancia, en el libro, de su esfuerzo, inteligencia, espÃritu innovador y consistencia del gran psicól [Ver más...]
Se dice, creo que con buen criterio, que nuestras vidas transcurren en el mundo, condicionadas o, al menos, influidas, por diversos “factores”, a veces reiterativos y, a veces, innovadores, pero, desde luego, siempre con capacidad para impulsarnos a modificar nuestras actitudes y nuestras conductas. El factor clave, que siempre imantó la vida de Max, fue “Stella Armengol”. El mÃo es inamovible y se llama: Max. No puede concebirse que un casi ancianito como yo; españolito, eso sÃ, hasta los tuétanos, y con raÃz riojana, se haya lanzado a escribir este libro, pensando en ti y en otros compatriotas, si no hubiese podido contar con el talismán: ”MAX”. De no haber sido por él, de poco o de nada me hubieran servido mis Licenciaturas en - FilologÃa Románica y en PsicologÃa, obtenidas ambas en la Universidad Complutense de Madrid. Mi afición, mejor dicho mi pasión por la literatura, leÃda y escrita, nació antes de conocer a nuestro protagonista. Fruto de ello fueron algunas novelas de corta imaginativa; Las colinas del mar, costumbrista; Los amigos de MartÃn; etapas de una vida ejemplarÂ… etc. Cuentos como “Olivita”; “El reloj perezoso”; “Gato por liebre”, etc. Numerosos poemas de contenido libre y de estructura reglamentadaÂ… Lo que no puedo ni quiero hacer es ofrecerte mi valoración comparativa de mis escritos anteriores y de nuestra actual novela. ConfÃo en tu criterio y objetividad personal.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahà para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.