No siento nada. ¿Estoy muerta? ¿Es esto la muerte? ¿La ausencia de dolor? Pero estoy oyendo algo, como un rumor, un ruido lejano que parece lluvia. ¿Oiría llover si estuviese muerta? Siento un temblor apenas perceptible, creo que es mi mano, intento moverla y la muevo, solo un poco, apenas nada. ¿Movería una mano si estuviera muerta? No me atrevo a abrir los ojos, porque si los abro sabré que aún no estoy muerta, sabré que todavía sigo viva y en este momento solo deseo una cosa, acabar de una vez, que termine su trabajo, que me mate.
Tras dieciséis largos años de malos tratos, Elvira, la protagonista de esta novela, emprende una huida junto a su hijo, que los llevará a La Guardia (Galicia), una tierra nueva y desconocida donde empezar de nuevo para intentar olvidar lo que no tiene olvido. Sin rastro que seguir y si [Ver más...]
Silvia Arrú Esteve (Barcelona 1968). Actualmente vive en una población junto con su hijo en la provincia de Girona. Protésica dental de profesión, compagina su trabajo con sus estudios de Humanidades en la universidad.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.