Es una novela sumamente pedagógica con una redacción aséptica y sin inclinación de parte de la historia de España. Habrá que remontarse a inicios del siglo XX, para contextualizar este libro con tintes románticos de sus protagonistas Emilio y Anastasia, mezclados con el devenir ordinario de los sucesos a partir de los años 1930, donde en España comienzan agitaciones sociales, políticas y económicas; que son vividos en España, con zozobras y sinsabores, en momentos determinados. En otros, el espíritu generoso del español sabe llevarlos con cierta alegría.
Emilio y Anastasia, son profesores de música del conservatorio de Zaragoza, que terminan enamorándose. Ellos son los que relatan de forma cronológica, siguiendo el orden de los acontecimientos que suceden en Zaragoza y en España. A pesar de los constantes focos en la [Ver más...]
Graduado en Ciencias Sociales por la Universidad de Zaragoza. Estudió Derecho en la UNED, y Metafísica mediante la Universidad de San José (California). Es lector asiduo a la literatura y un melómano de la música clásica. A la temprana edad de los 14 años comenzó a escribir novela corta. Colaborando como articulista en los periódicos Amanecer, El Noticiero y Heraldo de Aragón. E igualmente ayudó a impulsar la revista Bardenas. Más tarde, pasó a llamarse Arada y Cultivo. Escribía con plácet de la época. A los 17 años el periódico Amanecer quiere contratarlo como redactor de dicha prensa. Le halaga la oferta. Fueron momentos singulares en su vida. Rechaza la oferta de Amanecer y también una propuesta de la Editorial Rollán de Madrid. A los 18 años se dedicó al estudio universitario. Dejó atrás un bagaje literario, de veinte novelas cortas, y cientos de artículos como colaborador de los periódicos y revistas comentados. Por circunstancias de trabajo, se ausentó de Tauste en el año 1972. Actualmente reside en Zaragoza. No ha olvidado su inclinación a la escritura, retornado a la literatura con una novela peculiar; Casio de Tahust.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.