Juzgar un libro por la portada no siempre es una locura. Nada más lejos de la realidad, son los escaparates de las librerías los que llaman nuestra atención, mucho antes de leer siquiera los títulos de los libros. ¿Mucho color? ¿Poco? ¿Tapa blanda? ¿Ilustraciones? Cientos de preguntas cuyas respuestas causarán más satisfacción a unos que a otros. Pero en el mundo de la literatura hay espacios para todos, por ello, has de encontrar el tuyo. Tu hueco, el de tu libro, y el de tus futuros lectores.
Piensa ahora en la portada de tu libro favorito, ¿crees que es azaroso ese diseño? No.
¿Cómo elegir una buena portada? Esta es una pregunta tan amplia que habremos de dividirla en diferentes apartados para poder abordarla.
¿Es la portada lo más importante al publicar un libro?
No, no es lo más importante, pero sí es lo primero. Es mucho más fácil juzgar la portada que el contenido literario de la obra, aunque sea aquí donde deba recaer todo el peso de la calidad de la obra. Esta calidad ha de ir reflejada en la portada, hacerle justicia, ser un reclamo.
La publicación de tu libro no va a depender de la portada que elijas. En muchos casos es un detalle que no se trabaja hasta bien avanzado el proceso. Por ello, no temas ante la idea de no tener aún una portada. Ningún editor va a rechazar tu trabajo por ello.
¿Cómo influye el diseño de la portada?
La portada de tu libro es su carta de presentación, el eslogan, el escaparate, es el spot publicitario. Actúa del mismo modo que cualquier anuncio que puedas encontrar en Internet, en televisión o en cualquier otro soporte. Y por ello, debe ser acorde con tus intenciones, con el mensaje que quieras transmitir, y por supuesto, con el contenido de la obra.
No tendría sentido colocar una portada llena de ilustraciones de carácter infantil en la porta de una obra cuyo contenido es una novela histórica. Esto causaría un gran desconcierto en el público, que, tras leer el argumento, abandonaría la compra del producto.
El cómo elegir una buena portada es un proceso largo, y que ha de pasar por varias etapas de ensayo y error. De bocetos, borradores, descartes, y por fin, aceptación. Quizás no existe la portada perfecta, pero sí la apropiada para tu libro.
La mejor opción para que tu portada sea un acierto es contar con un equipo de profesionales de la publicidad, la comunicación, y el diseño. Ellos sabrán qué colores actúan mejor o de qué modo, qué formas se adaptan mejor a cada tipo de público, o cuáles son las tendencias del mercado. De nuevo, vemos cómo la carrera del escritor nunca puede florecer en solitario, y ha de contar con diferentes apoyos, siendo la literatura un campo de conocimiento interrelacionado con otros muchos.