La cocina y la literatura no son mundos tan alejados como pueda parecer a priori. Cocinar es construir, al igual que la escritura. Cocinar es crear para el deleite, propio y ajeno. Por ello, cuando escribir y cocinar se aúnan, surgen obras de gran calidad y salida en el mercado, pero para ello, ha de hacerse bien.
Punto Rojo Libros ha sido el sello que ha dado cabida a muchos y grandes libros de contenido culinario. Por ello, contamos con la experiencia suficiente para exponer aquí algunos consejos que te ayudarán a dar forma a tu libro de recetas.
Si has llegado hasta aquí es porque te interesa la idea de unir cocina y letras, continua leyendo, seguro que logramos dar respuesta a alguna de tus dudas.
1. No basta con saber cocinar
'Qué bien cocinas, deberías escribir un libro de recetas'. Multitud de veces se oye esa frase, pero ahí no acaba el enigma de cómo publicar un libro de recetas. Para hacerlo, hay que hacerlo bien. Por ello, deberás no solo saber cocinar, sino saber qué quieres cocinar.
Aunque tu recetario se vaya a componer de platos de diversa índole, deberás encontrar un elemento unificador, un nexo, un hilo conductor. Si aún te quedan dudas a este respecto, no te preocupes, en las siguientes líneas lo aclaramos.
2. Un equipo probador
El libro, aunque escrito por ti, precisa de más personal. Deberás contar con al menos dos paladares que den el aprobado a tus recetas. Si sale mal alguna no desistas, no la elimines, modifica detalles hasta dar con la fórmula exacta. Ten en cuenta que el único referente para su elaboración serán tus palabras. Por ello, no solo las cantidades y tiempos deberán ser correctos, también tus explicaciones: sé claro y acepta las voces críticas.
3. El orden
Aunque como todo libro contará con un índice, deberás marcar el orden en que quieres exponer tu recetario. Primero ¿dulce? ¿salado? ¿ligero? ¿para celíacos? ¿sencillo? Qué, cómo, dónde. El orden es importante. Los recetarios no se leen de principio a fin de manera ordenada, se ojean, se va de una página a otra. Y esto ha de ser fácil para el usuario, que, enredado en tareas de cocina, lo último que querrá será marearse cambiando de páginas.
4. El poder de las imágenes
La fotografía que acompañe a la receta será la clave de todo. Si la imagen no es atractiva, muy probablemente nadie se detendrá a elaborar esa receta, por muy bien redactada que esté. Cuida la fotografía. Si has de repetir la receta de nuevo para que luzca mejor en la foto, hazlo. Te aseguramos que va a merecer la pena.
Actualmente, son muy demandadas las ilustraciones. Incluirlas en tu recetario, sin eliminar como mínimo una fotografía real del plato, le aportará una gran frescura y dinamismo. Las ilustraciones de cocina, son, por lo general, dibujos sencillos cercanos a lo esquemático. Aportan un extra de dinamismo a las páginas, una gran energía que de manera no explícita, impulsan al lector a desarrollar la tarea descrita.
5. Sé honesto
La sinceridad ha de estar siempre presente, pero mucho más en este tipo de obras. Ahorrarse detalles, ingredientes, o tiempos, para no desvelar el secreto de tu éxito solo te llevará al fracaso como escritor. No tardarán los lectores en darse cuenta de que el puzzle de tu cocina está incompleto.
Sé honesto con tus lectores. Incluye todos los datos, y además, deberás tener en cuenta la inclusión de notas. Pequeños recordatorios, notas, en los márgenes en los que anotar elementos relevantes y que fácilmente pueden caer en el olvido.
Libros y cocina, ambos tienen muchos resquicios aún por explorar, los cuales, iremos desgranando en próximas publicaciones. De momento, puedes ir practicando con estos cinco consejos, sin dejar de estar atento a nuestras novedades.
Y ahora, ¡manos a la masa!