El mundo de las finanzas tiene tantos entresijos que resulta casi imposible acceder a su comprensión. Intereses, problemas, negocios, presiones, ambiciones… un sinfín de matices que revolotean alrededor del dinero. David Sanchís nos acerca a este mundo en El Solucionador, una novela donde Daroca, su protagonista, lucha para convertirse en esa persona que sabe manejar todos los pormenores de las finanzas. Un gurú al que todos buscan para resolver situaciones muy complicadas. El Solucionador se presenta 27 de mayo en la librería Leo (C/ Rinconada Federico García Sanchiz, 1, Valencia), a las 19:00h.
—¿Qué podemos encontrar en el solucionador?
Relata la mezcla entre el desarrollo personal de una persona inquieta e inconformista (Daroca) y el proceso de aprendizaje al que se somete en el tiempo para solucionar esos “problemas financieros” que solo unos pocos saben manejar y que guardan celosamente, un joven que consigue sus objetivos gracias al trabajo, constancia, esfuerzo y sobre todo la suerte de encontrar alguien que se convierte en su maestro. A lo largo del libro conoces el proceso por el que pasa y a diferentes personajes con los que se va cruzando y que requieren de su ayuda. Situaciones que se explican con detalle, así como pinceladas sobre el funcionamiento de una actividad común, la especulación en mercados financieros a través del trading.
—¿Cómo se amolda el mundo de las finanzas a un relato?
En mi caso basándolo mucho en situaciones reales de terceros, cuando estás dentro de este mundo descubres secretos y herramientas que no están al alcance de muchos. Si eres observador y detallista puedes encontrar grandes historias.
—¿Cuánto de ficción y cuánto de realidad tiene El Solucionador?
Según situaciones, pero diría que un treinta-setenta.
—Habla de las reglas que rigen el dinero, ¿cuáles son?
Más que reglas, es conocimiento acerca de cómo funciona el mundo del dinero. Por ejemplo, cómo ganarlo, cómo no perderlo, qué impuestos pago según como lo gano, cuánto tiempo tengo que invertir para ganarlo, cómo funciona el sistema que nos descapitaliza. Si sabes esto y algo más puedes tener claro, por lo menos, lo que no te interesa hacer, que ya es mucho. No obstante, te dejo las que considero que son las 3 reglas universales:
1—¿Por qué esa palabra?
La motivación es necesaria para empezar cualquier proyecto y fundamental para llevarlo hasta el final. Por mi experiencia escribiendo el libro, y por el feedback recibido una vez publicado, creo que es la palabra que mejor lo define.
—Quien tiene el ORO pone las reglas.
—Quien tiene la LIQUIDEZ tiene el poder.
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