Susila Biei
Escribir sobre mí, en una segunda entrega de un mismo relato es francamente difícil… En estos meses he recibido muchos mensajes y muestras de cariño por parte de personas conocidas y desconocidas, que decidieron tomar el rumbo en tonos verdes sin pensarlo dos veces. Ha sido gratificante escuchar de sus bocas y leer, como se sintieron en el interior de la cueva ardiendo de un corazón puro y limpio como es el de la protagonista. A día de hoy, todavía recibo las mismas preguntas y muchos lectores piensan que, quizás, la protagonista podría ser yo y que incluso, las experiencias más espinosas podrían tratarse de hechos reales por alguna de las partes. Siempre respondo lo mismo: esta “realidad hecha ficción” es justamente eso, realidades ajustadas a la fantasía y la armonía del amor. Es por ello que, esta obra al completo, es una gran verdad idealizada y mezclada con distintos acontecimientos versados que, cruzados en el tiempo, crearon un entorno necesario para el desarrollo del relato. También me preguntan si el Hombre de Acero existe realmente y la respuesta es siempre la misma: ¡Por supuesto que sí! ¿Quién no ha conocido alguna vez a un hombre que nos torture de placer sin medir, controlando, sin querer, nuestro cuerpo y nuestros pensamientos? Sin duda, las respuestas varían en el detalle, pero no en los hechos cuándo se trata de una exposición sin reparos del alma y del corazón.