Me llamo Sheila Hernández Martín, y me crié en Avilés, entre industria, mar y sidra. Eterna nostálgica, me recuerdo escribiendo desde niña, pegada a una ventana en la que siempre llovía, Asturias tuvo bastante que ver en eso.
Mis ansias por conocer mundo, por vivir en primera persona toda la intensidad de una vida que se escapa, me han llevado a vivir en varios lugares, y soy consciente de que aún no he pisado el último en el que habitaré.
Estudié educación infantil y educación social y quizás porque nunca tuve claro qué quería ser de mayor, siempre me refugié en las historias de los libros y me inventé mil futuros con la escritura.
De mente inquieta y nervio puro, a día de hoy puedes encontrarme desarrollando nuevos proyectos que me permitan seguir soñando.
Gracias de todo corazón por hacer tuyos mis versos.