Pedro Alonso nació en la Villa de Tábara (Zamora) a principios de 1941, en el seno de una humilde familia numerosa; en unos años marcados por la austeridad y el racionamiento, tristemente conocidos como "los años del hambre"; a pesar de lo cual él siempre recordó su infancia como muy feliz. Con las primera luces abandonó el pueblo: razones de estudios lo llevarían a la capital zamorana, el servicio militar a Madrid y, una vez licenciado, el más que anunciado impulso migratorio lo empujó a buscarse la vida, hasta recaer en la muga entre España y Francia. En la ciudad de Irún halló cobijo y en Hendaya, cruzando la frontera, trabajo. Y desde entonces ha vivido entre la Isla de los Faisanes y la desembocadura del río Bidasoa, viendo, impasible, como los años iban pasando, a la velocidad de la corriente.