Francisco López Alonso

Nací en Jaén en 1958, el mismo día que Nerón Claudio Druso Germánico y Gustave Eiffel, y aunque carezco de la elegancia y el talento de Eiffel, tampoco me gobiernan los escándalos y las barbaries cometidas por Nerón, más bien me inclino por la moderación. Mi primera infancia transcurrió en la preciosa isla de Las Palmas de Gran Canaria, trasladándose la familia a la bella ciudad de Málaga en el año de 1968, ciudad en la que desde entonces habito. Comencé a trabajar en Correos y Telégrafos como Auxiliar Administrativo a la edad de 18 años, empresa estatal en la que desempeñé mi vida laboral hasta cumplir los cuarenta años, edad en la que me vi forzado a jubilarme por enfermedad. Al disponer de tiempo, y después de la crianza de los primeros años de mi hijo, me inicié en la escritura a través de la poesía, y acompañado de mi amigo Alfredo Leyva, comenzamos a visitar los círculos literarios de la ciudad hasta caer en brazos de la Asociación Malagueña de Escritores en la que ocupamos diversos cargos en sus distintas vocalías, y donde empezamos a hacer nuestros primeros pinitos literarios, publicando en revistas locales algunos poemas y relatos. De esa época conservo un libro de poesías bastante íntimo que le dediqué a la que hoy sigue siendo mi compañera y madre de mi hijo. Y otro libro de poemas cuya edición única, me la regaló mi querido Alfredo Leyva, cuyo título: Los Instintos Transformados, aún no ha visto la luz y al que sólo han tenido acceso los amigos más íntimos. He asistido a varios cursos de creación literaria. Asimismo, he impartido cursos de Lecto-Escritura en el Colegio de Los Morales en Málaga, a los compañeros de mi hijo cuando cursaban los últimos años de la enseñanza primaria, época de la que guardo gratos recuerdos debido al interés y al entusiasmo que despertaba en los chicos y chicas, y a las facilidades que Amparo (la profesora) me ofrecía para adecuar los horarios a dichas enseñanzas y a mis estados de salud. Estas circunstancias me han obligado a afrontar la vida desde una nueva perspectiva, adoptando una forma distinta a la habitual de pensar y actuar, cuya motivación me ha llevado a escribir este libro para regalárselo a mi hijo en su mayoría de edad. Debido al contenido de alto valor didáctico y de fácil comprensión sobre temas diversos y siempre actuales, ha sido considerada por su provechosa erudición, la edición pública de este libro para compartir y hacer accesible sus valores a todo aquél que opte a su lectura.