Francisco Martínez González, nacido en Sevilla, pasó la mayor parte de su vida en el extranjero. Siempre ha sido un hombre sin raíces en un lugar. Su inquietud y ganas de viajar le llevaron a conocer África en varias ocasiones. Entre ellas haciendo safari.
Sus ganas de escribir y después de varias historias escritas, decidió escribir un libro, en el que él pudo combinar dos de sus ambiciones, la literatura y los viajes.