Como los demás autores conocidos, con la excepción del gran Miguel Hernández, no me fue posible cursar estudios superiores. Lo más lejos que mi humilde condición me pudo llevar fue a conseguir la Primaria. Me parió mi santa madre en Jaén, un día 2, del mes 2, de 1950. Mi gran afición por la Literatura me llevó a escribir de todo desde que tuve uso de razón. Hoy en día, al tratarse de mi más grande pasión, continuó tecleando en el ordenador en busca de nuevas sensaciones literarias. Si mi pequeño granito de arena, en este campo, contribuye a unos momentos de distracción por parte del lector, me sentiré de sobra reconocido.