Disfrutar una obra literaria ahora es posible desde los cinco sentidos. El tan entrañable aroma a libro, a libro antiguo, a libro escolar, a nostalgia, es ya parte del pasado. Ahora, tu libro puede tener tu aroma, tu esencia, una fragancia única.
Tu libro con olor
En un momento en que el mundo del libro está viviendo una auténtica revolución y cambio, donde las tecnologías crecen cada vez más, saber encontrar el elemento clave que haga de tu obra algo especial, único, e inolvidable, es tan complejo como necesario. Por ello, ha de irse más allá y no dar nada por imposible. La decisión ya no será solo el estilo o tamaño de la letra, la numeración de las páginas, o el color de la portada. Los olores han llegado al sector editorial, y diferenciar tu obra con una fragancia única dirá mucho de ella, permitiendo que los lectores la sientan como cercana, como propia, y sobre todo, que sea evocada en situaciones futuras.
¿Acaso pensaste alguna vez a qué podía oler tu obra? Si nunca lo has imaginado, es el momento de hacerlo. Y si sí lo hiciste, es el momento de hacerlo realidad.
El café caliente, el petricor, la tierra húmeda, el frescor del bosque, la primavera, el jazmín. ¿Imaginas abrir un libro que alguno de estos aromas invada la atmósfera? ¿Imaginas poder impregnar tus palabras de algunos de estos aromas?
Leer con los ojos cerrados, leer a través del olfato. Leer, de manera única e irrepetible. Si bien cada persona recibe de manera diferente un mismo aroma, más aún si al abrir un libro se percibe un aroma que va más allá del olor a papel. Que esto sea posible actualmente no es solo una gran ventaja a niveles de gusto, sino también de necesidad. Esto permite que personas que encuentran obstáculos visuales puedan disfrutar las mejores obras literarias a través del olfato, sin perderse ningún detalle.
Un libro con olor no es solo un salto de calidad, sino también de humanidad. Una lectura que traspasa fronteras, que llega al epicentro emocional de cada lector.
Es el momento de cerrar los ojos, y de leer los aromas que siempre soñaste.