Aquí conviven la ira y el amor, el desamor y la esperanza. La fría objetividad mira desdeñosa el universo libre de lo emotivo y solo su arte, pasión y voluntad son capaces de reunirlos. Así es en este libro en el que Tanché nos describe un mundo real e injusto al cual hace frente con fuerza y valentía, sin concesiones, acusando sin tapujos y de forma descarnada a los injustos y déspotas con los que le toca vivir. La fuerza, crudeza y el acierto en la crítica contrastan con un respeto y comprensión infinitos al oprimido.
Mirando cara a cara a la opresión y a la injusticia social conviven el amor y el desamor que arranca desconocidas emotividades ocultas en poemas sentidos y vividos. Después de leer este libro se conoce al autor, es tal y como escribe, tan fiero como tímido, tan valiente como prevenido, entrañable y malhabla [Ver más...]
Sebastián J. García González. Nací en Higuera de la Sierra (Huelva) hace ya sesenta años.
Viviendo en Sevilla desde hace más de cuarenta. Jubilado y casado, con dos hijas y dos nietos. Republicano, sin afiliación política, pacifista, defensor de los derechos humanos y luchador por un reparto justo y mundo más humano. Por la erradicación del hambre y las guerras?
No, no he conseguido nada, toda ha sido pura quimera, pero tampoco voy a abandonar mi empeño, porque son tantos intereses creados, los políticos con tan poca vergüenza que van a enriquecerse sin importarles nada y pisoteando a todos. En general un mundo tan egoísta que quedan muy pocos a los que admirar. Por eso me he convertido en un soñador de sueños rotos, de expresiones maleducadas y sin diplomacia alguna. Porque casi todos los educados con diplomacia han engañado y se han aprovechado de los más débiles.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.