Un hombre se despierta sobresaltado en una pequeña habitación en penumbra. Mientras sus ojos se acostumbran a la falta de luz, intenta reconocer los objetos que le rodean. Instintivamente, palpa con su mano izquierda el bulto que forman las sábanas y la manta, pero no encuentra a nadie debajo. Con su mano derecha logra ponerse las gafas que encuentra en la mesilla y lentamente va identificando cosas que sí le resultan familiares; cientos de películas tiradas por el suelo, libros de poesía, un espejo roto, una botella medio vacía, un vaso medio lleno y una vieja libreta negra.
Se incorpora con lentitud, para que su espalda no vuelva a chirriar como la madrugada anterior, y abre la libreta. Inmediatamente conecta lo que va leyendo con su propia vida. Pequeños textos que subtitulan sus propios recuerdos mezclándolos con su gran pa [Ver más...]
José Luis Hernández Rodilla (Madrid, 1973) es un gran amante, gran amante del cine, la música, el humor y la literatura. Escribe artículos y críticas de cine y música en diversos medios culturales como Entrecine.com o la red social Soypoeta.com.
Cuando decidimos expresarnos comunicando nuestro conocimiento, de la mano de la palabra escrita, estamos dando paso a una nueva forma de vida o a una nueva manera interpretar un determinado hecho. Publicar un libro, en cierto modo, nos hace inmortales. Nuestras palabras sobrevivirán a nuestro tiempo en esta tierra. Tu libro, mientras exista, estará ahí para recordarte. Y tú siempre estarás vinculado a él de forma eterna. Porque amas a la literatura y porque la literatura te ama a ti, lo que quieras decir, hazlo saber con un libro.